1.
¿QUÉ ES LA CPR?
La CPR (Construction
Products Regulation) es un Reglamento (Nº 305/2011) que fue
publicado en marzo de 2011 por el Parlamento Europeo. Este reglamento
establece condiciones armonizadas para toda la UE en lo que concierne
a la comercialización de productos de la construcción.
Este reglamento deroga la Directiva 89/106/CEE. Este reglamento
entró en vigor en julio de 2013, pasando la CPR a ser plenamente
aplicable en todos los Estados miembros de la UE.
2. ¿A
QUIEN AFECTA LA CPR?
En el caso concreto de los cables, cuya norma de aplicación
queda desarrollada en la norma EN 50575, la CPR afecta sólo
a aquellos cables de energía, telecomunicaciones, datos
y control , que vayan a incorporarse en obras de construcción
de forma permanente , ya sean edificios u obras de ingeniería
civil. Están excluidos aquellos cables destinados a la
conexión de aparatos como cables del sector del automóvil,
cables para electrodomésticos, etc, de igual forma los
cables para ascensores y montacargas y los fabricados expresamente
para un proceso, están fuera del alcance
3. NECESIDAD
y OBLIGACIÓN DE CLASIFICAR LOS CABLES EN CLASES: DECLARACIÓN
DE PRESTACIONES y MARCADO CE
En adelante, y de acuerdo con las normas de producto armonizadas,
antes de introducir un producto en el mercado, los fabricantes
tienen la obligación legal de elaborar una DdP/DoP (Declaración
de Prestaciones) que identifique el producto, su uso previsto
y las características de comportamiento ante el fuego.
Estas características deberán ir acompañadas
de la clasificación pertinente en función de su
comportamiento ante el fuego. Ver Informe ampliado: "Que
es la CpR" En este proceso deben involucrarse organismos
notificados de certificación de producto y laboratorios
certificados de ensayos que validarán las categorias asignadas.
Los productos que se introduzcan en el mercado deberán
mostrar el marcado CE y la clase de prestación en el cable
(El marcado CE no se realizará sobre el cable), en su embalaje,
en su etiqueta o en cualquier combinación de éstas.
Como puede observarse, la mayoría de obligaciones nuevas
recaen sobre los fabricantes, aunque los distribuidores y usuarios
finales también tienen un papel importante, ya que deberán
tomar las medidas adecuadas que garanticen la distribución
e instalación de productos conformes con la CPR.
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